Matias Godoy
Director de Educación Financiera de Patrimore.
2 de marzo de 2022
Habitualmente, muchos amigos me preguntan cómo dar sus primeros pasos en el mundo de las inversiones. Lo clásico es: "Tengo mis ahorritos y quiero invertir", "con este panorama de inflación e incertidumbre, quiero que mi dinero esté trabajando", "gasto todo lo que gano y quiero cambiar eso", entre otras cosas.
La gran pregunta es: ¿En qué invertir?
La mayoría de las personas no tiene tiempo para averiguarlo, ni tampoco el conocimiento experto para identificar oportunidades. Entonces: ¿Cómo comenzar? Dadas esas barreras, en esta columna nos referiremos a lo que conocemos en finanzas como inversión pasiva, que creemos es un buen punto de partida.
En palabras simples (y quizás informales) la inversión pasiva consiste en invertir tu dinero en fondos de inversión, carteras de inversión u otros vehículos, donde tú eliges a grandes rasgos en qué tipos de activos quieres invertir, pero son expertos los que toman decisiones más específicas sobre qué activos se comprarán con tu dinero y el de los otros partícipes del fondo. Los 3 ejemplos de inversión pasiva sobre que veremos a continuación son:
Fondos AFP
Fondos Mutuos
ETFs
Un ejemplo de Inversión Pasiva serían las AFP y sus 5 multifondos: A, B, C, D y E. Las personas eligen en cuál fondo quieren estar, pero es el equipo de cada AFP quienes deciden en qué invertir el dinero. ¿En qué acciones invertirá el fondo? ¿Cuánto en pesos y dólares? ¿Cuánto en depósitos a plazo? Esas y otras preguntas, análisis y decisiones las harán ellos. Al margen del ahorro obligatorio para la vejez, a estos fondos se puede acceder a partir de la Cuenta 2. Este vehículo de inversión goza de beneficios tributarios y condiciones distintas a las del ahorro obligatorio (giros de dinero y costos).
Ahora bien, otro ejemplo son los fondos mutuos. Esta alternativa es muy parecida a la de AFPs y sus multifondos. Sin embargo, aquí la variedad es mucho más amplia. Existen miles de fondos en el Mundo. Faltan letras en el abecedario. Pero la lógica es la misma: uno elige un fondo y el equipo experto administrador del fondo elige en qué invertir el dinero. Por supuesto, si uno no quiere invertir en acciones, no se irá a un fondo mutuo que invierta en ellos. Para ello es importante solicitar la ficha y las políticas del fondo, antes de tomar una decisión.
Un tercer ejemplo serían los ETFs, que han ganado popularidad en el último tiempo. Los ETFs son fondos de inversión que tienen un precio y cotizan a diario. Es como comprar una acción o una divisa (como el dólar) salvo que acá se está comprando un fondo de inversión, y no los títulos de una empresa o una moneda. Para ser simples, sería como tener un fondo mutuo, que lo puedes vender.
En todos los casos, son sumamente importantes tres cosas: los costos, entender en qué se invertirá y el perfil de riesgo. Todas las alternativas tienen costos. En muchos fondos mutuos, bastante altos. Hoy en día no debiese ser razonable pagar más de un 2% anual sobre lo invertido. Para que te hagas una idea, la Cuenta 2 de la AFP más barata cobra un 0,16% de tu capital al año. Sí, al año.
Ahora bien, al margen de que tú no tomes las decisiones específicas, es importante entender en qué se invertirá tu dinero. ¿Acciones? ¿Monedas? ¿Bienes raíces? Que me lo expliquen con manzanitas. Debo sentirme cómodo(a) con ello antes de elegir un multifondo, fondo mutuo, ETF u otros.
Finalmente, la alternativa elegida debe ser coherente con tu perfil de riesgo.
Si no te gusta el riesgo y estás en un fondo mutuo de acciones tecnológicas, sufrirás.
Si te gusta el riesgo y estás en un fondo mutuo de depósitos a plazo, te sentirás frustrado(a) por las bajas rentabilidades.
La verdad es que la inversión no es una carrera de automóviles. Lo importante es invertir, para que tu patrimonio crezca, independiente de la velocidad a la que van por la carretera los demás conductores.
Para aprender mucho más sobre inversiones, te invito a conocer el curso online "Inversiones desde Cero" que tenemos en Ruvix.com. Lo bueno es que puedes seguir las videoclases a tu ritmo, en tus horarios y gozarás de acceso para siempre. No hay apuros.
Espero que esta columna haya sido útil. ¡Compártela en tu historia para seguir potenciando la educación financiera de todas y todos! Así como mis amigos, de seguro los tuyos también quieren invertir y mejorar su presente y futuro.
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