Sebastian Rubio
Gerente Comercial de Patrimore.
14 de agosto de 2025
No importa si ganas mucho o poco: un imprevisto puede desordenar por completo tu estabilidad financiera. Un gasto médico inesperado, una emergencia familiar, perder el trabajo o tener que reparar algo urgente pueden convertirse en una fuente de estrés enorme si no tienes cómo enfrentarlos sin endeudarte.
Ahí es donde entra en juego el fondo de emergencia: un colchón que no está para invertir ni para "hacerlo crecer", sino para darte tranquilidad. Es una especie de paracaídas financiero que te permite aterrizar con menos daño en situaciones difíciles. En este artículo te explicamos qué es, cómo calcularlo y por qué es una de las mejores decisiones que puedes tomar para tu futuro financiero.
Es una cantidad de dinero que se guarda exclusivamente para enfrentar situaciones imprevistas. No se toca para vacaciones, ni para gastos cotidianos, ni para inversiones. Su único objetivo es estar disponible cuando realmente lo necesites.
Este fondo es tu escudo financiero: te permite enfrentar emergencias sin recurrir a la tarjeta de crédito, sin endeudarte, y sin tener que desarmar tus ahorros de largo plazo.
Cuando tienes un fondo de emergencia, te enfrentas a los imprevistos desde un lugar distinto: con más calma, con más claridad, y con menos consecuencias para el resto de tu vida financiera.
La recomendación general es tener entre 3 y 6 meses de tus gastos mensuales cubiertos. Pero si quieres una guía concreta para calcularlo, puedes usar esta fórmula simple:
Fondo de emergencia = Ingreso mensual x 0,7 x 6
Ejemplo: Si ganas $800.000 mensuales: 800.000 x 0,7 x 6 = $3.360.000 Ese sería tu fondo de emergencia ideal. Pero si hoy no puedes juntar esa cantidad, no te frustres: Lo importante es empezar.
La clave está en que sea fácil de acceder cuando lo necesites, pero no tan fácil que lo uses sin darte cuenta. Algunas opciones recomendadas:
Evita dejarlo en la cuenta corriente donde recibes tu sueldo o haces tus compras diarias, porque podrías terminar gastándolo sin querer.
Idealmente, que ese dinero esté separado, pero a la vista. Saber que si existe, que está disponible y que tiene un propósito en particular.
Recuerda: No se trata de tenerlo todo resuelto de inmediato. Se trata de comenzar.
Tener un fondo de emergencia no es opcional, es esencial. Sin ese respaldo, cualquier problema puede obligarte a vender una inversión en el peor momento, pedir un crédito con tasas altas o simplemente quedar sin opciones.
Cuando tienes tu fondo de emergencia cubierto:
Antes de pensar en rentabilidad, piensa en estabilidad.
En Patrimore no solo te acompañamos a invertir: también te ayudamos a organizar tus finanzas desde la base. Sabemos que cada persona parte desde un punto distinto, por eso nuestras asesorías están pensadas para adaptarse a tu realidad.
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